Donde está nuestro limite? En
qué momento nos dejamos de lado y nos convertimos en meros autómatas
a las órdenes de dictámenes externos? Da igual cuál sea su
origen... político, romántico, profesional... la verdad es que
todos en algún momento abandonamos nuestra esencia para convertirnos
en esenciales. Porque eso nos da seguridad, porque aferrarnos a una
hipotética comodidad nos permite levantarnos cada mañana de la cama
y respirar profundo. O eso pensamos...
Lo cierto es que la
realidad es otra, algo que pocos de nosotros conocemos, ya que
ocupamos gran parte de nuestro tiempo en satisfacer y no nos
escuchamos. Nos creemos libres y somos esclavos del maldito sistema,
de las personas, de los putos amores que nos rodean, de nuestros más
bajos deseos consumistas, de nuestro falso destino elegido y
trazado... somos esclavos. Y lo peor es que nos creemos libres!!
Libres? De qué? De comprar una televisión de 50 pulgadas a plazos,
de tener un piso a consta de un hipoteca eterna, a costa de qué? De
nosotros mismos? De nuestros principios? De nuestro bienestar real?
Qué coño somos? Nos
creemos los reyes del mundos y somos marionetas!! Pocos de nosotros
son capaces de vivir en libertad, en verdadera libertad!! sin
ataduras ni amarres que nos anclen, soportando el viento golpeando
nuestro cuerpo desnudo mientras lloramos desconsolados al descubrir
en qué nos hemos convertido.
Somos monstruos, esclavos
y esclavistas reunidos bajo una misma identidad, con un mismo
propósito... la felicidad!!! Esa falacia que incansablemente
anhelamos, buscando un concepto de perfección que convierte la
ironía en una compañera de viaje demasiado pesada. Por qué no nos
cansamos? Somos incansables y a veces preferimos sufrir para
sentirnos vivos. Malditos drogadictos del drama!! deberían
ilegalizar su consumo!! Prefiero mil veces el alcohol al drama, al
menos con el primero convierto el llanto en risa y el miedo en
euforia. Qué hay de malo en ello?
Sí, soy imperfecta,
igual que todos vosotros y debería decir que no me preocupa no
pretender dejar de serlo, prefiero mil veces explotar cada uno de mis
defectos, a huir de vivir siendo quien soy. Que le den a quien se
oponga!!! Estoy cansada... no se oposiciones sino de oponentes, no de
rodearme de felicidad sino de que sólo pretendamos vivir en ella, no
de escuchar a la gente llorar sino de no escucharla, no de padecer
sino de tener miedo a hacerlo, no de amar sino de un concepto efímero, no de sufrir demasiado sino de pensar que tengo tara o estoy
tarada por ello. Ya basta!!!
Ya basta de palabrería y
de buenos propósitos... no basta con decir ya basta... sin más...
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