¿Y si corazón no fuera más que el aumentativo de la palabra coraza...? |
Se ha colado la oscuridad
en mi pensamiento y ahora, entre sombras, no consigo encontrar el
camino que hace tan solo unos días me enorgullecía pisar. He
perdido mi rumbo y como una autómata absuelta de toda culpa, voy
dando tumbos sin atisbar ni un origen ni un final. Nada parece tener
sentido y con los ojos cerrados por el miedo, camino por un sendero
que tras cada paso que dejo atrás, se desmorona.
He perdido mi valentía,
ahora vivo anestesiada y ansiando encontrar una respuesta antes de
que mis pasos me conduzcan irremediablemente a un precipicio del que
sólo tengo billete de ida y del que jamás nadie ha osado regresar.
Parezco ciega, sorda, muda… la oscuridad tapa mis oídos que ya no
escuchan, ennegrece mi mirada que ya no observa, calla mis palabras
que reprimidas se clavan en mi corazón…
Mi corazón acorazado se
resiente y con cada nueva pisada se marchita más y más,
aproximándose a un último latido del que nadie conseguirá hacerme
escapar. Tic, tac, pum, pum… los segundos se suceden y en mi
intento por detener el tiempo, enarbolo una bandera con la que ya no
me identifico, que ya no me representa.
Yo antes solía ser quien
era y ahora sólo soy lo que me dejo ser, siempre pugnando por
embellecer mis causas y reprimir mis ansias de caer. Manteniendo un
ligero equilibrio entre el conocer y el saber, entre la realidad y mi
intuición, entre lo dormido y aquello que se despierta. Demasiado
compleja para un mundo sencillo y demasiado sencilla para la
complejidad humana…
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