miércoles, 23 de septiembre de 2015

OSCURIDAD


¿Y si corazón no fuera más que el aumentativo de la palabra coraza...?

Se ha colado la oscuridad en mi pensamiento y ahora, entre sombras, no consigo encontrar el camino que hace tan solo unos días me enorgullecía pisar. He perdido mi rumbo y como una autómata absuelta de toda culpa, voy dando tumbos sin atisbar ni un origen ni un final. Nada parece tener sentido y con los ojos cerrados por el miedo, camino por un sendero que tras cada paso que dejo atrás, se desmorona.

He perdido mi valentía, ahora vivo anestesiada y ansiando encontrar una respuesta antes de que mis pasos me conduzcan irremediablemente a un precipicio del que sólo tengo billete de ida y del que jamás nadie ha osado regresar. Parezco ciega, sorda, muda… la oscuridad tapa mis oídos que ya no escuchan, ennegrece mi mirada que ya no observa, calla mis palabras que reprimidas se clavan en mi corazón…

Mi corazón acorazado se resiente y con cada nueva pisada se marchita más y más, aproximándose a un último latido del que nadie conseguirá hacerme escapar. Tic, tac, pum, pum… los segundos se suceden y en mi intento por detener el tiempo, enarbolo una bandera con la que ya no me identifico, que ya no me representa.

Yo antes solía ser quien era y ahora sólo soy lo que me dejo ser, siempre pugnando por embellecer mis causas y reprimir mis ansias de caer. Manteniendo un ligero equilibrio entre el conocer y el saber, entre la realidad y mi intuición, entre lo dormido y aquello que se despierta. Demasiado compleja para un mundo sencillo y demasiado sencilla para la complejidad humana…

...

lunes, 14 de septiembre de 2015

Se me va la pinza...


Presente... Trabajo... Pérdidas... Amigos... Independencia... Fue... Teatro... Poco... Alegría... Sueño... Desatención... Confianza... Pensamientos... Dinero... Es... Añoranzas... Sé... Celos... Idas... Lejos... Dudas... Tú... Neurosis... Venidas... Discrepancias... Contradicción... Empezar... Apostar... Cansada... Altibajos... Lucha... Silencio... Amor... Palabras... Esperanza... Egoísmo... Aceptación... Conocer... Reconocer... Descubrimiento... Soledad... Formas... Pasado... indignación...

EN RESUMEN... jajajajjajajajajajajajajja (se me va la pinza).
Se admiten cervezas, a la primera invito yo

Pd: Si hay alguna repetida, ha sido con intención... (¬¬)


jueves, 10 de septiembre de 2015

SIN PALABRAS...



Comunicación (del latín Communicatio-onis): 1. Acción y efecto de comunicar o comunicarse

YO SIEMPRE HABÍA CREÍDO EN EL PODER DE LA PALABRA...

Crecí en un entorno en el que el diálogo en igualdad, sin importar edad o condición, era un acto esencial de supervivencia. Siempre fui una niña con una capacidad innata y prematura para la argumentación, jugaba con las palabras siendo consciente del poder que éstas pueden otorgarte. Adoraba la confrontación dialéctica y convertía la intuición en mi principal aliada, encontrar oradores a mi altura era para mí todo un reto y cuando lo conseguía intentaba absorber toda la información posible, tenía ansias de conocimiento.

En mis años de universidad, la constante frustración que sentía consiguió que descubriese que una buena retórica convertía cualquier información en valiosa, pese a que todo ello no fuese más que un burdo intento por escapar del contenido. En definitiva, me enamoré del continente para evitar el contenido, lo cual resulta bastante lógico si tenemos en cuenta que decidí estudiar derecho. Cualquiera en su sano juicio hubiese hecho lo mismo y no pretendo ser irónica...

En mi primer juicio, tan solo unos meses después de terminar la carrera, estaba tan nerviosa que a duras penas era capaz de pensar con claridad. Recuerdo que había intentado ensayar mis conclusiones ante el espejo más de una vez y nunca había logrado terminar mi exposición, inconscientemente sabía que aquel documento a la hora de la verdad no me serviría para nada. Y así fue, en cuanto su señoría me dio la palabra, todo mi nerviosismo se convirtió en motivación y todos los años de argumentación “casera” se trasformaron en mi profesión. Pensé que aquello podría engancharme, si bien, pronto empecé a confrontar mi amor por la palabra con el concepto de justicia y finalmente mis principios ganaron la batalla. Pese a ello, seguí creyendo en su fuerza, supongo que siempre tuve un corazón idealista y pensaba que la mejor forma de cambiar el mundo y combatir la represión, era mediante el dialogo.

Transcurridos unos años y ya con cierta experiencia profesional, me embarqué en un viaje increíble y me convertí en mediadora. Descubrí que podía utilizar todas mis capacidades para ayudar al prójimo, para fomentar la comunicación, para crear un espacio libre de expresión basado en la tolerancia y el respeto. Fue tan increíble que durante un tiempo tuve un chute de poder, no lo voy a negar, pero tras un duro retorno a la realidad, fui brutalmente consciente de toda la mentira y la manipulación a la que está sometida el ser humano cada día. Somos nuestros peores enemigos y también nuestros únicos aliados...

Ahora, después de todo lo vivido y todo lo aprendido, he comprendido que la mayoría de seres humanos no quieren escuchar y por desgracia, las palabras no pueden alcanzar a aquellos que prefieren eludir la realidad. Ya les alcanzará la realidad algún día... cada uno que elija en qué bando quiere estar...

Yo de momento, permanezco en silencio...





viernes, 10 de julio de 2015

SIN MÁS...


Donde está nuestro limite? En qué momento nos dejamos de lado y nos convertimos en meros autómatas a las órdenes de dictámenes externos? Da igual cuál sea su origen... político, romántico, profesional... la verdad es que todos en algún momento abandonamos nuestra esencia para convertirnos en esenciales. Porque eso nos da seguridad, porque aferrarnos a una hipotética comodidad nos permite levantarnos cada mañana de la cama y respirar profundo. O eso pensamos...

Lo cierto es que la realidad es otra, algo que pocos de nosotros conocemos, ya que ocupamos gran parte de nuestro tiempo en satisfacer y no nos escuchamos. Nos creemos libres y somos esclavos del maldito sistema, de las personas, de los putos amores que nos rodean, de nuestros más bajos deseos consumistas, de nuestro falso destino elegido y trazado... somos esclavos. Y lo peor es que nos creemos libres!! Libres? De qué? De comprar una televisión de 50 pulgadas a plazos, de tener un piso a consta de un hipoteca eterna, a costa de qué? De nosotros mismos? De nuestros principios? De nuestro bienestar real?

Qué coño somos? Nos creemos los reyes del mundos y somos marionetas!! Pocos de nosotros son capaces de vivir en libertad, en verdadera libertad!! sin ataduras ni amarres que nos anclen, soportando el viento golpeando nuestro cuerpo desnudo mientras lloramos desconsolados al descubrir en qué nos hemos convertido.

Somos monstruos, esclavos y esclavistas reunidos bajo una misma identidad, con un mismo propósito... la felicidad!!! Esa falacia que incansablemente anhelamos, buscando un concepto de perfección que convierte la ironía en una compañera de viaje demasiado pesada. Por qué no nos cansamos? Somos incansables y a veces preferimos sufrir para sentirnos vivos. Malditos drogadictos del drama!! deberían ilegalizar su consumo!! Prefiero mil veces el alcohol al drama, al menos con el primero convierto el llanto en risa y el miedo en euforia. Qué hay de malo en ello?

Sí, soy imperfecta, igual que todos vosotros y debería decir que no me preocupa no pretender dejar de serlo, prefiero mil veces explotar cada uno de mis defectos, a huir de vivir siendo quien soy. Que le den a quien se oponga!!! Estoy cansada... no se oposiciones sino de oponentes, no de rodearme de felicidad sino de que sólo pretendamos vivir en ella, no de escuchar a la gente llorar sino de no escucharla, no de padecer sino de tener miedo a hacerlo, no de amar sino de un concepto efímero, no de sufrir demasiado sino de pensar que tengo tara o estoy tarada por ello. Ya basta!!!


Ya basta de palabrería y de buenos propósitos... no basta con decir ya basta... sin más...

lunes, 23 de marzo de 2015

EN SILENCIO


Y si un día tu vida deja de parecer tu vida y todo se vuelve extraño?

Como si ya nada te perteneciese y todos los que te rodean fueran la sombra de lo que un día fueron. Como si todo hubiera dejado de tener sentido desde hace mucho y tu espacio, ese que un día ocupaste, en algún momento dejó de existir. Como si el avance hacia adelante del resto de la humanidad humanizara tu involuntaria involución y lograse dejar sin premio cada uno de tus esfuerzos. Te preguntas si algún día volverás a sentirte como antes, a ser aquella que un día conociste y por quien hoy te empeñas en luchar. Ya no reconoces tu imagen frente al espejo, cuando te miras sientes que esos ojos enrojecidos por el llanto no son los tuyos y que esa expresión cansada y melancólica, que pugna por encontrar descanso en una sonrisa tatuada bajo la piel, no te pertenece. Esa no eres tú, esa no soy yo, esa no es nadie y nadie soy yo...
La vida que vives, ya no la sientes como tuya y perdida entre aquello que fue y aquello que ahora es, intentas sobrevivir a aquello que será. Te preguntas por qué justo cuando todo parecía encajar, el destino te despojó de todo y te convirtió en nadie. Echas de menos obtener respuestas fáciles, sentir la seguridad que te aporta la sensación de conocer las variables que conforman tu existencia, ser dueña del trazo con el que pintas cada una de tus decisiones. Ahora eres caos y sin embargo, tu corazón jamás estuvo tan ordenado, nunca te mostró con semejante claridad las premisas que sustentan cada uno de sus latidos. Todo es contradicción, salvo eso... el amor, mi amor por ti...

Mi amor, ese que cada día permanece EN SILENCIO, ese que consigue anestesiar mi vida de tal manera que ni yo misma logro reconocerla...

jueves, 5 de marzo de 2015

FICCIÓN...



MENTIR: Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa

Mientras escuchaba esa canción que tantas otras veces había sonado en mi cabeza, algo produjo el silencio y desde entonces... desde entonces ya no escucho nada. Porque ya no hay nada, ya no eres nada, te has marchado por tus propios medios, ignorándome, silenciándome, perdiéndome, abandonándome a mi suerte, jodiéndome... Desconociendo que el daño que produce tu ausencia compensa el dolor que genera tu falsa presencia, tu indiferencia, tu negatividad, la toxicidad de tu corazón envenenado. No tienes ni idea, no sabes lo que significa amar y como si fueras un autómata te lanzas a tu destino, sin frenos, sin sentido, esperando que espere en una espera carente de esperanza y sentido. Eres egoísta y ni siquiera has sido capaz de luchar por tus premisas, defender tus argumentos ante mí y haces del ataque tu única defensa, la única forma que encuentras de acallar mis razones. Porque no razonas, sólo conviertes en mierda cada una de mis palabras, vomitando tu rabia sobre mi amor. Mi amor, que es lo más puro que jamás encontrarás en tu puta vida, que siempre fue incondicional, que a pesar de los pesares sobrevive hoy, pero quizás ya no mañana. Porque estoy cansada, no tengo ganas de soñar despierta y llenar mis ojos de lágrimas cada día, anhelando sentirte, aguardando el momento en el que decidas que quieres unir tu destino al mío. Basta ya, no sabes quien eres, tampoco lo que quieres y lo cierto es que, digas lo que digas, no me quieres. He intentado no juzgarte, no hacer de tus actos mis decisiones, pero lo cierto es que la confianza también se gana y tú poco a poco me has destrozado. Por ser cobarde, ni siquiera has sido capaz de enfrentarte a tus límites y limitaciones, simplemente esperas que todo ocurra, que sea yo quien te dé una respuesta. Qué coño quieres? Pretendes atarme a ti, tenerme a tu vera mientras vives todo aquello que deseas y yo me muero de pena. Y dirás que yo decido, que entenderías que te mandase a la mierda, que lo mereces... y qué? La realidad es que es muy fácil cargar al otro y darle esperanzas a medias. Casi te odio lo mismo que te amo y ojalá no fuese mentira, porque si realmente fuera así, desaparecería. La verdad es que te amo, pese a todo, que te acepto como eres, con todo el sufrimiento que me causas, con tu indecisión, tu egoísmo, tu rabia, tu miedo... pero sea como sea... eres tú quien ya no me espera.

Y qué más da? Todo es una mierda...


Ojalá pensase lo dicho y a la vez, callase aquello que te digo...

viernes, 20 de febrero de 2015

Semáforo...




BRUTAL...

"Puedo observar ante mí el semáforo en rojo, su luz reluce de forma clara y se refleja en el asfalto de la carretera. Me siento desesperado, mi respiración se hunde en lo más profundo de mi estómago, buscando alcanzar la cantidad de aire necesaria para continuar nutriendo de aire a mis pulmones. Me ahogo, nada consigue calmar mi ansiedad. Me siento perdido, hoy es un día cualquiera, ya no importa la fecha, tampoco la hora o el instante en el que me encuentro, hace tiempo que el tiempo no tiene sentido. Sólo sé que esta sensación que golpea mi pensamiento no cesará mañana, que mi corazón puede dejar de latir ahora y que en cuanto inicie de nuevo la marcha, quizás ya forme parte del pasado. Me desespero, nada consigue calmar esta sensación de vacío, soledad, tristeza, pérdida, incomprensión... nada produce en mi corazón un segundo de desasosiego. Y entonces... avanzo, sólo avanzo, con los ojos cerrados, sin observar lo que me rodea... calculando mentalmente el porcentaje de posibilidades que tengo de ser atropellado por un coche. Mi sistema auditivo se agudiza, no busco la muerte, ni siquiera la vida... busco olvidarte por un segundo. Busco que mi adrenalina dirija mi atención más allá de ti, más allá de tu indiferencia, de tu ausencia, del dolor que tu recuerdo comporta. Sólo quiero dejar de sentir por un instante, que el miedo por mí, supere el dolor que causa la pérdida de tu amor. No es un acto de cobardía, es más bien un acto de pura desesperación. No quiero perder mi vida, así que escucho atento los sonidos que rozan mis oídos, los gritos de los transeúntes que me advierten de que el semáforo está en rojo, de que pueden atropellarme. Y por unos segundo lo consigo, soy libre, mi vida es más importante que tú, yo soy más importante que tú. Y por una vez, el tiempo tiene sentido y consigo entender que debo abrir mis ojos y correr al otro lado de la acera. Al otro lado, aunque cuando alcance mi destino vuelva a sentir la misma mierda, el mismo dolor, la misma pérdida, la misma vorágine sin sentido ni final..."

... 

miércoles, 11 de febrero de 2015

SIN FILTROS...


Silencio... silencio... silencio... les reto a que sean capaces de soportar este vacío que les acompaña, sólo así percibirán el grito de cólera amarga que irradia su llanto. Observen atónitos sus ojos, la profunda pena que expresa su mirada en la penumbra de la húmeda noche. Perciban el olor a soledad que desprende su joven cuerpo, incapaz de amar, incrédulo ante la esperanza. Contemplen su traslúcida oscuridad, la inmensa nada que se intuye en su alma, la destructiva pasión que se deja ver tras su solemne indiferencia.
Callen, observen, perciban, contemplen... sientan!! No importa su contenido, tampoco su origen, ni siquiera su intención. Les insto a que no analicen su esmerada maldad, no quieran conocer si es él o ella, si su destino fue marcado por un instante, un segundo o un minuto de infinito sufrimiento o de eterna felicidad. No intenten superar su narcisismo, a veces puede resultar tan fácil lograr que los hombres abandonen sus pasiones en pro de la comodidad. No manipulen, mientan, engañen, sean crueles... no quieran convertirse en aquello que su esencia representa. Secuestren sus sentidos si con ello evitan el desenlace. Hagan del desconocimiento su sabiduría, su aliado, su manera de hallar una conclusión, un posible final...
Les pido que no compartan su existencia con ese ser, su comportamiento errático es contagioso. Utiliza a los hombre como herramientas a su servicio, por eso, ustedes respeten siempre sus principios, sean idealistas, defiendan los derechos de aquellos que consideran débiles. No confundan debilidad con sumisión, no cedan ante sus imposiciones, no se rindan ante su insistencia, no pierdan la fe en sus propios corazones. Sean valientes, apuesten incondicionalmente por ustedes. No permitan que su miedo les paralice, puede que se encuentre cerca, pero jamás les pillará desprevenidos si ustedes respetan su propia existencia. Sean felices, siempre, en cualquier circunstancia, postura, edad, lugar... hagan de sus carencias el motor que mueva su propia existencia, del sufrimiento su mayor motivación. Sean generosos amando, conviertan el sexo en una forma total de expresión y no en su fórmula perfecta de escape. Miren a la realidad de frente, con dos cojones, con dos ovarios, con dos ojos... de frente, siempre, sin miedo, sin ataduras, sin dependencias, sin nada, ni nadie, ni dónde, ni cómo, ni cuando, ni por qué... Sean y quieran ser todo aquello que sueñan, sueñen con los ojos abiertos o cerrados, sueñen incluso aunque estén ciegos.
Les exijo que ignoren su existencia, la de ella o la de él... dejen de lado su presencia y evitarán que el caos convierta su existencia en una indecente y eterna espiral. Quemen su rabia, pese a conocer las atrocidades que su mente pretende ocultar. No dejen que la sangre se derrame, luchen por la justicia, por la moral, por la equidad... sobretodo luchen por la libertad. Como pueblo, como personas, como individuo en soledad, no olviden que de cualquier forma, nada les hará más libres que la propia conciencia de libertad. Piensen por ustedes mismos, sean creativos, dejen que las vida les sorprenda, pero no esperan que el tiempo les dé todas las respuestas, busquen ustedes las suyas propias. Eviten ser alguien que realmente no son, respeten esencialmente su esencia. Nunca digan las cosas son así, luchen por cambiarlas. No juzguen sin juicio, prejuzguen sin conocer, valoren sin objetividad o intenten imponer su propio concepto de verdad. No se impongan sus propios códigos y conviertan su vida en una impuesta obligación.
Les aconsejo que no se contagien de su locura, creen la suya propia, descubran que no siempre hay más verdad en la cordura. Que existe lo inexplicable, lo incomprensible, lo imposible, lo extraño... que lo esencial es no mirar atrás, olvidar el concepto del espacio y del tiempo, aprender a vivir en el ahora. Y así, en este momento, en este instante... mientras escribo, mientras sueño, mientras el humo consume mis pulmones, mientras el frío congela mis dedos, mientras la pena clama por salir, mientras veo el vaso medio lleno y no medio vacío... me despido. Buenas noches, buenas tardes, buenos días...


(Te) os quiero...
Sin filtros, sin correcciones, sin códigos, sin leyes... (yo)

viernes, 6 de febrero de 2015

Ejerciendo la neutralidad...


"A veces pienso que lo que me faltó fue declararte la guerra... retarte en vez de salvarte" E. Sastre

NEUTRALIDAD: fórmula mediante la cual a través de la ausencia de expresión emotiva se alcanza una presencia escénica de suficiente relevancia como para generar una reacción emocional en el espectador.

Me encuentro en medio de la sala, escucho mi respiración agitada, intento controlarla, respiro... respiro... respiro... sé que debo empujar mi diafragma hacia abajo, evitar que los suspiros profundos me delaten. Coloco mi espalda, soy consciente de que mi postura transmite rigidez, seriedad, quizás una oculta melancolía que sólo aquellos observadores expertos son capaces de apreciar. Siento el frío en la planta de mis pies desnudos, mis pasos se suceden en un avance neutro y predestinado. Alcanzo el primero de mis objetivos, me paro, contengo el aire en mis pulmones y de derecha a izquierda contemplo inerte a los compañeros situados ante mí, sus caras no evocan nada, son sin ser. Sin apartar la mirada de ellos flexiono mis rodillas y lentamente descendiendo mi cuerpo hasta quedar sentada, puedo notar el frío metal de la silla bajo mis piernas y su incómodo respaldo clavándose en mi columna.

Nuevamente observo los rostros que me rodean, exploro sus ojos, ansío encontrar mi reflejo en sus pupilas, pero mi único logro es hallar su amarga indiferencia. Puedo sentir la calidez del aire que se escapa por mis labios entreabiertos y apostando por la inexpresividad de mi alma, busco aproximarme cada vez más a la relativa inexistencia. Alzo mi cuerpo con un solo impulso, mis dedos acoplan con la suavidad del suelo, dejan las huellas de su paso y arrastran mi destino hacia el final de la sala, el final del final. He alcanzado mi meta, soy una autómata, mi existencia se basa en eso... la ausencia indiferente. Mi corazón late despacio en un ralentí anestesiado y decrépito, nada importa ahora más allá de mi presencia, ocultar mi esencia es casi una obligación.

Todo ha terminado, he conseguido que mis ausencias permanezcan ocultas y mis carencias sean mis principales aliadas. En secreto, he mirado tu presencia, respirado tu sonido, tocado tu aire, escuchado tu ausencia, degustado tu mirada... y he salido ilesa. Ahora, entre verdades y realidades, sólo deseo hacer de la neutralidad mi ley de vida, hallar la fórmula perfecta para olvidar que el olvido es mi única salida. O quizás, mejor encontrar tus desencuentros y hacerles frente uno a uno, perderme en cada uno de tus suspiros, darte la paz que mereces y contemplarte luego en mi ausencia, porque no puedes pedirme que me quede y luego quedarte sin mí... 

Quédate conmigo...

lunes, 2 de febrero de 2015

La Chica Funambulista

"Mira la luna cada noche y me encontrarás"      



Todos la llamaban la chica funambulista, quizás porque convertía sus anhelos en suspiros y reteniendo el aire caminaba de puntillas por una cuerda floja suspendida en el aire...

Cada día, impulsada por una voluntad ajena, decidía cerrar los ojos y conteniendo sus sueños avanzaba entre tambaleos, con un rumbo fijo e inamovible, casi predestinado. Nadie podía intuir su soledad, ni siquiera eran capaces de ver las lágrimas que brotaban de sus ojos con cada paso, les resultaba difícil conocer el vacío que su corazón sentía o aquello que su silencio ocultaba. Pero ella, la equilibrista olvidada, se dejaba mecer por el viento que poco a poco la empujaba hacia delante, y en su camino, descubrió que por alguna extraña razón su mirada sólo podían dirigirse hacia el cielo infinito que tenía ante sí, y su cuerpo, entregado a la batalla de sostenerse en equilibrio y temeroso de la caída, había olvidado cualquier otra forma de movimiento. Ese era su secreto, era incapaz de mirar a su alrededor, tampoco podía volver al inicio de la cuerda, retroceder para encontrar aquella parte de su pasado que tanto anhelaba, y simplemente, avanzaba y avanzaba, olvidando todo aquello que fue, transformándose en oscuridad.

Y todo aquello que fue se encontraba al otro lado, en el comienzo de la cuerda, donde una figura permanecía inherente, tanto que sus pies parecían anclados al suelo como raíces. Sus manos, suspendidas en el aire, ansiaban encontrar refugio y su ojos, ocultos entre lágrimas, observaban desde la lejanía como la distancia poco a poco se convertía en insalvable. Lo cierto es que tenía vértigo, sus latidos se extraviaban entre ausencias, y su mente, entregada a coleccionar instantes, no conseguía reunir el valor suficiente para iniciar el camino, para superar sus límites y descubrir su propia manera de andar. Puede que su belleza fuera de otro mundo y que su sonrisa consiguiera iluminar el alma de cualquiera, pero tenía un defecto, tenía miedo, y no había otra realidad, una alternativa a sus carencias, una forma poética de apreciar toda la barbarie incontenida que brotaba de cada una de sus dudas. Sus dudas trazaban una frontera entre lo habido y por haber, y la resistencia era tan alta que no existía nada que consiguiese traspasarla, así que arrasó con su destino y decidió permanecer sin estar.

Dos cuerpos en un mismo escenario pugnando por encontrarse, y así, mientras uno sujetaba su existencia a un equilibrio que pendía de un suspiro, luchando por evitar las lágrimas de hilo azul que brotaban descontroladas de sus ojos, el otro deshilachaba su corazón en soledad, ansiando retener nuevos instantes en su retina y convirtiendo el tiempo en su mejor aliado. Los segundos transcurrían como un anochecer repentino en medio de la tormenta, la lluvia silenciaba las palabras que sus bocas vertían al aire, y su necesidad de calor transformaba su carencia en una vorágine de obsesión. Se echaban tanto de menos que no existía consuelo suficiente y la impotencia de saberse lejos les conducía a la desesperación, al encuentro programado, a la necesidad de iniciar el despegue tras el salto fallido al vacío, les incitaba a buscar alas con las que volar. Lo que no sabían es que para volar no hace falta tener alas, tan sólo hay que amar, escuchar en silencio el corazón y descubrir aquello que la ausencia nos muestra en la quietud, porque el amor se mide en latidos y no en minutos transcurridos, y su idioma sólo logran entenderlo aquellos que realmente enloquecen amando.

Y ella enloquecía,
y en la irónica calma del silencio,
llegó a su destino...

(the end... o... to be continued...)