BRUTAL...
"Puedo observar ante mí el semáforo en
rojo, su luz reluce de forma clara y se refleja en el asfalto de la
carretera. Me siento desesperado, mi respiración se hunde en lo más
profundo de mi estómago, buscando alcanzar la cantidad de aire
necesaria para continuar nutriendo de aire a mis pulmones. Me ahogo,
nada consigue calmar mi ansiedad. Me siento perdido, hoy es un día
cualquiera, ya no importa la fecha, tampoco la hora o el instante en
el que me encuentro, hace tiempo que el tiempo no tiene sentido. Sólo
sé que esta sensación que golpea mi pensamiento no cesará mañana,
que mi corazón puede dejar de latir ahora y que en cuanto inicie de
nuevo la marcha, quizás ya forme parte del pasado. Me desespero, nada consigue calmar esta
sensación de vacío, soledad, tristeza, pérdida, incomprensión...
nada produce en mi corazón un segundo de desasosiego. Y entonces...
avanzo, sólo avanzo, con los ojos cerrados, sin observar lo que me
rodea... calculando mentalmente el porcentaje de posibilidades que
tengo de ser atropellado por un coche. Mi sistema auditivo se
agudiza, no busco la muerte, ni siquiera la vida... busco olvidarte
por un segundo. Busco que mi adrenalina dirija mi atención más allá
de ti, más allá de tu indiferencia, de tu ausencia, del dolor que
tu recuerdo comporta. Sólo quiero dejar de sentir por un instante,
que el miedo por mí, supere el dolor que causa la pérdida de tu
amor. No es un acto de cobardía, es más bien un acto de pura
desesperación. No quiero perder mi vida, así que escucho atento los
sonidos que rozan mis oídos, los gritos de los transeúntes que me
advierten de que el semáforo está en rojo, de que pueden
atropellarme. Y por unos segundo lo consigo, soy libre, mi vida es
más importante que tú, yo soy más importante que tú. Y por una
vez, el tiempo tiene sentido y consigo entender que debo abrir mis
ojos y correr al otro lado de la acera. Al otro lado, aunque cuando
alcance mi destino vuelva a sentir la misma mierda, el mismo dolor,
la misma pérdida, la misma vorágine sin sentido ni final..."
...
Cuando una aguja o un alfiler te atraviesan la piel, duele, quema y escuece. Durante un segundo se paraliza todo por el pinchazo de dolor... Después la sangre nos enseña que ese dolor se refleja tanto fuera como dentro, escandaloso, caliente y liquido. Esa parte no se puede evitar...
ResponderEliminarPero depende de uno buscar la tirita correcta, no dejar por mucho que se hundiera en la piel que la herida se infecte ni dejar que el dolor que produce después nos ciegue, porque a pesar de que la herida haya sido profunda, el tiempo y la propia piel harán que la carne se reconstruya y que a pesar de la cicatriz el dolor pase y lo que un dia fue un horrible dolor pase a ser una pequeña cicatriz que nos recuerda el cuidado que hay que tener cundo entre las manos tenemos algo que nos puede herir...
Siempre con Animo!
Tuki